Los chilenos recordaron el día martes el tercer aniversario de un estallido social seguido de multitudinarias protestas que se han derivado en la instalación de una convención que ha redactado una nueva Constitución rechazada hace un mes y medio por parte del electorado.
Las principales demandas ciudadanas del 2019 de mejoras en la salud, educación, jubilaciones y más viviendas siguen sin ninguna respuesta a tres años de la revuelta que ha dejado 33 muertos, más de 400 personas con heridas oculares, miles de personas con lesiones y más de 3 mil 100 querellas por violaciones a los derechos humanos durante la represión por parte de los policías.
El día martes , durante las primeras horas de jornada, grupos pequeños de manifestantes incendiaron barricadas en los alrededores de una céntrica plaza de la capital chilena, se dieron a la tarea de interrumpir el tránsito y se enfrentaron con piedras a los policías, que los dispersó con chorros de agua y lacrimógenos, aunque todavía volvían a reunirse y seguían con el desorden.
El presidente Gabriel Boric declaró que tras la violencia y los actos de vandalismo se llegó a un extremo, el cual no debieron de haber llegado. Las acciones de golpes y violencia ha causado daños por mil 400 millones de dólares, según las autoridades, lo cual incluyeron incendios y daños a 118 estaciones del subterráneo, iglesias quemadas y saqueos a comercios en todo el país.
Boric añadió que el estallido ha sido una expresión de dolores y fracturas de la sociedad y que se ha avanzado poco en poder solucionar los problemas sociales. También abogó por la aprobación de las reformas tributaria, de pensiones y en salud para mejorar la calidad de vida por parte de la ciudadanía.

