La Educación del Siglo XXI exige que las escuelas formen estudiantes con un perfil humanista, que resuelvan problemas presentes y con una conciencia de los principales retos del mañana. El modelo híbrido de enseñanza y aprendizaje debe propiciar que los alumnos desarrollen habilidades, descubran sus pasiones y tengan ambientes favorables. La tecnología es un medio imponente y adecuado que fomenta la participación y puedes aplicar diversas teorías de aprendizaje. Los profesores con la pandemia nos vimos en la necesidad de trabajar con programas como “zoom y teams”. Las escuelas no deben de olvidar el valor de educar con valores y ética, un mundo con ideas revolucionarias para el espíritu y el alma. Aristóteles decía que las personas somos como páginas en blanco y es a través de los sentidos como llegamos al conocimiento”.
Juan Amos Comenio, comentaba: “El buen maestro es aquel que sabe soportar pacientemente La ignorancia de sus estudiantes y al mismo tiempo disiparla con eficacia”. Sócrates buscaba a través de las preguntas la verdad. Aristóteles dialogaba con las ciencias y eso lo convertía en una persona erudita. En la Edad Media se dio un Renacimiento que hizo que las personas pudieran expresar en voz alta sus inventos y aportaciones científicas. En México, con la llegada de los religiosos y sus ejemplos se pudo pacificar a los indígenas y nómadas. Volviendo a la realidad nacional. La mejor manera de dialogar y fomentar los valores es expresando la voz interna y poniéndonos en los zapatos del receptor. En esa concordancia la educación virtual es una utopía que no imaginamos que tuviera un impacto, lo digo porque soy una persona que nació en el año 1982, me toco vivir a plenitud la década de los años 90, en ese tiempo, la tecnología era una bella utopía.
La educación a distancia es complicada, no todos los alumnos se conectan a las clases, hay carencia de internet y la economía es complicada, la pandemia nos obligó a cambiar y hacer ajustes educativos. Hoy el maestro y el alumno dialogan en el aula y de forma virtual, es importante que el docente se adapte a la variedad de plataformas digitales, planear y facilitar conocimientos que permita que el estudiante sea autónomo y reflexivo. Brindar catedra sobre el uso apropiado del tiempo libre en redes sociales, la inclusión y el aprendizaje se convierte en un proceso continuo a lo largo de toda la vida y las tecnologías se han encargado de modificar las formas de recibir, organizar, abstraer y exponer lo aprendido.
El debate hoy en el siglo XXI es combatir con inteligencia la ignorancia tecnológica, urge erradicar el analfabetismo, cambiar los entornos y las actitudes de apatía, crear diversas formas y variedades de instrumentos que fortalezcan la cultura, en esa concordancia como docentes tomaremos decisiones con mejor conciencia y poco a poco ir dominando la vida digital. Serrano Sánchez (2016) La tecnología educativa constituye una disciplina encargada del estudio de los medios, materiales, portales web y plataformas tecnológicas al servicio de los procesos de aprendizaje; en cuyo campo se encuentran los recursos aplicados con fines formativos e instruccionales, diseñados originalmente como respuesta a las necesidades e inquietudes de los usuarios.
El rol del profesor deberá recuperar su imagen de líder, ser equilibrado mentalmente, brindar a sus estudiantes las herramientas necesarias para resolver problemas de la vida. En ese sentido, su autoridad deberá ser ejemplar, desde tener personalidad para afrontar los desafíos, así como el ingenio, paciencia y el fomento de la creatividad en sus alumnos. Para concluir, quisiera comentar que tengo 40 años, confieso ser un inmigrante de la era digital, tengo muchos defectos como profesor de Secundaria, espero seguir perdiéndole el miedo a la tecnología. Sigo en ese camino de utopías donde ser un profesor del siglo XXI, es el mejor reto de la vida.