Luego de los días santos, en la Central de Autobuses de la ciudad de Saltillo, Coahuila, se registra una alta afluencia de viajeros.
Durante la pandemia COVID-19 era bajo el número de clientes, incluso en vacaciones de la semana mayor, aunque, según la administración de la central camionera, a comparación de 2021, la adquisición de boletos se incrementó hasta en un 80 por ciento en 2022.
No obstante, hay quienes empañan el buen trabajo delcomún de sus compañeros, y en este caso nos encontramos con un despachador de boletos de la línea Ómnibus, respecto a quien pesan dos quejas.
Una mujer incluso amenazó que no podíamos grabarla ni a ella ni a su área de trabajo, a pesar que había quejas ciudadanas.
Entre ellas de unas féminas, quienes, por problemas para escuchar, se confundieron y pagaron más dinero del que correspondía para su pasaje.
Al final sobraron 400 pesos, mismos que la despachadora se negó a regresar a las clientas, que decían “somos pobres, pero honradas”; la encargada de vender los boletos se enojó y dejó de atender su área.
Ahí no quedaron las quejas. Una pareja de la tercera edad también se quedó sin atención luego de que buscaba viajar a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, y que buscaba comprar sus boletos con el descuento que se otorga a población de la tercera edad.
Se les indicó que este sólo podía aplicarse en una persona.
El cliente señaló que no le importaba el descuento sino la manera de atender de la mujer, que ante la presencia de las cámaras de 7 DE JUNIO DIGITAL decidió abandonar su trabajo sin considerar al resto de la fila.
Fue sí que pidió a los encargados tomar en cuenta esta denuncias.

