Desde los días 18, 19 y 20 de marzo de 2011 Coahuila jamás volvió a ser el mismo,
Durante todo un fin de semana, uno de los municipios más pequeños y con menor trascendencia hasta ese momento pasaría a la historia.
Se trata de Allende, Coahuila, a 11 años de la tragedia.
Al ser traicionados en el trasiego de varias toneladas de marihuana y cocaína, el grupo armado de Los Zetas, que radicaba y controlaba gran parte de Coahuila y el norte de México, se vio tentado por órdenes de Heriberto Lazcano Lazcano, su líder militar, quien ordenó atacar a cualquiera que considerara que estuviera en su contra.
Por medio de supuesta inteligencia, dieron con que varios empresarios que radicaban en Allende, y familias que antes los habían apoyado, ahora trataban con los “Contras”, otro cartel mexicano que quería acabar con ellos.
Fue por lo que, en coalición con autoridades estatales, federales y locales, inclusive con la salida repentina de la policía municipal de Allende, el 18 de marzo de 2011 este municipio se quedó solo, y la ciudadanía sin protección.
Se dio aviso a autoridades de todo nivel, pero, pese a los reportes a las autoridades federales de la llegada de camionetas y decenas de personas armadas durante la tarde del 18 de marzo de 2011, a este lugar nadie, absolutamente nadie acudió en su auxilio.
Muchas familias lograron huir y no han regresado. No se conoce su paradero. Otros murieron. En el lugar se encontraron sus cuerpos y decenas más desaparecieron, aunque oficialmente las autoridades señalan que hubo pocos heridos y algunos muertos.
El cinismo tras los hechos por parte de presidencia de la República fue severo, al culpar directamente al gobierno de Coahuila, que entonces encabezaba Humberto Moreira Valdés.
Sus funcionarios, secretarios y gabinete en general, jamás declaró al respecto, y a la fecha no se ha tomado en cuenta que ninguno de ellos haya sido cómplice o partícipe en los hechos mencionados.
La “plaza” en Coahuila en 2011 estaba controlada por el grupo armado Los Zetas, específicamente por dos delincuentes ya detenidos y finados Miguel Ángel y Omar Alejandro Treviño Morales, el Z-40 y el Z-42, quienes, con un pequeño ejército de 50 personas, saquearon literalmente a la ciudad e hicieron huir a sus habitantes.
Posteriormente, en las siguientes horas, mujeres y niños, hombres adultos y ancianos, nadie fue exonerado en torno a pagar la deuda que suponían estos delincuentes que el pueblo tenía con ellos; fueron secuestrados y muchos sacados de sus domicilios a golpes.
En el área conocida como el rancho de “Los Garza”, decenas de personas desfilaron a lo que literalmente era un matadero de seres humanos donde se les interrogaba, se les torturaba.
De estos hechos hay declaraciones, pruebas y testimonios de delincuentes que participaron en esta noche y la siguiente, y señalan que, durante al menos 48 horas, se torturó a más de 200 personas, se asesinó a todas, y muchos cuerpos fueron destruidos con métodos químicos o desmembrados y regados en esta zona de varios cientos de hectáreas.

A la fecha, la desaparecida Procuraduría Federal y ahora Fiscalía General de la República, y la Fiscalía General de Coahuila, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y organizaciones internacionales, han tratado de darle sentido a lo que aquí sucedió, y de buscar la mayor cantidad posible de cuerpos o vestigios de donde pudieron quedar las osamentas de los desaparecidos.
Se ha encontrado tan sólo a una decena de ellos, se ha localizado a personas que huyeron del lugar, sin embargo, la mayoría no han querido dar parte, ni comentar, ni volver.
Ahora, Allende, Coahuila, es prácticamente un pueblo abandonado en ruinas donde quedaron las casas, mansiones y residencias de quienes fueron atacados con granadas, misiles, balazos de alto calibre y más, durante aquellas noches trágicas en 2011.
De acuerdo con las autoridades coahuilenses y estadounidenses, hay 18 detenidos involucrados con la matanza, que hasta el momento cumplen penas en los que hay casos donde llegan hasta los 90 años de sentencia en Estados Unidos, y en México al menos 40 años por los delitos de homicidio, tortura, secuestro, extorsión y otros que involucraron a los participantes de este lamentable suceso.
11 años se dicen fácil, pero no han sido suficientes para aclarar en un porcentaje aceptable la situación que aquí se vivió.
Se ha expresado a nivel internacional en series televisivas, libros, declaraciones, entrevistas y todo tipo de acciones mediáticas la matanza de Allende, pero esto no ha resuelto nada.
Quienes realmente fueron responsables están muertos, prófugos, o libres, y, sin embargo, jamás quizás pagarán el haber atentado contra cientos de habitantes inocentes en esa noche que marca trágicamente al norte de México.
A la fecha, 11 años y se continúa en las búsquedas de personas. Participan asociaciones de personas desaparecidas, de búsqueda de personas a nivel internacional, autoridades de todo nivel y el actual presidente de la República, Andrés López Obrador, creó una comisión de un grupo específico para resolver el tema de la matanza.
