CulturaLado B

¿Cuánta tierra necesita un hombre?, por Tolstói 5

III
Pajom estaba muy satisfecho con su vida. Todo podría haber ido bien, pero los
campesinos vecinos empezaron a hollar sus sembrados y sus prados. Les pidió
por favor que no lo hicieran, pero no hubo manera: tan pronto los pastores
dejaban pasar las vacas a los prados como los caballos que pastaban de noche
entraban en sus sembrados. Al principio Pajom los echaba y perdonaba a los
propietarios, pero luego perdió la paciencia y fue a quejarse al tribunal del
distrito. Sabía que el comportamiento de los campesinos obedecía a su pobreza,
que no lo hacían con mala intención, pero pensó: « No puedo dejar así las cosas;
si no, acabarán con todo. Hay que darles una lección» .
Así pues, con la ay uda del tribunal, les dio una lección y luego otra; uno o dos
campesinos fueron condenados a pagar una multa. Sus vecinos empezaron a
cogerle ojeriza; volvieron a causar estragos en sus campos, esta vez a propósito.
Una vez uno de ellos entró en su bosquecillo y taló diez jóvenes tilos para
aprovechar la corteza. Al pasar un día por el bosque, Pajom crey ó ver algo
blanco. Se acercó y vio los troncos por el suelo, al lado de los tocones. Si al
menos hubiera cortado los de los bordes y hubiese dejado uno aquí y allá, pero el
muy canalla había cortado uno detrás de otro. Pajom se enfureció. « Ah, si
pudiera saber quién ha sido —pensó— se lo haría pagar» . Tras darle muchas
vueltas, llegó a la conclusión de que solo podía haber sido Siomka. Fue al patio de
Siomka a echar un vistazo, pero no descubrió nada y acabó discutiendo con él. No
obstante, plenamente convencido de su culpabilidad, puso una denuncia. Juzgaron
a Siomka, pero el tribunal lo absolvió por falta de pruebas. Pajom se ofendió aún
más y riñó con los jueces y con el jefe de la aldea.
—Estáis confabulados con los ladrones —dijo—. Si respetarais la justicia, no
soltaríais a esos maleantes.
Pajom discutió con los jueces y con los vecinos, que le amenazaron con
prender fuego a su casa. En definitiva, aunque Pajom tenía muchas más tierras,
su posición era peor que antes