Videos que se han tomado en iglesias católicas del sur de la ciudad de Saltillo, que están bajo la jurisdicción de la Parroquia de Schoenstatt y de su titular, Gilberto Ozuna, evidencian la prepotencia y falta de respeto que éste toma al dirigirse a la feligresía.
La queja generalizada de los fieles católicos de diferentes comunidades en dicho sector de la capital de Coahuila es que el sacerdote es déspota, grosero, y que corre a las personas de los templos que están a su cargo.
Ya hay varias quejas en torno al tema, donde se ha buscado que la Diócesis de Saltillo tome cartas en el asunto.
Sin embargo, parece que el sacerdote Gilberto Ozuna tiene protección en las altas esferas del clero saltillense.
Situaciones como el exigir un pago mensual a la comunidad; el que se le renueve su vehículo cada año, entre otras cuestiones de índole económico y personal, han hecho que muchas personas de esta comunidad busquen ayuda para que deje de actuar de esta manera, o se le cambie a otra parroquia.
Un video muestra cómo en el templo María Madre del Redentor, perteneciente a la parroquia de Nuestra Señora de Schoenstatt, Gilberto Ozuna discute acaloradamente con la comunidad cuando se le pide que cambie su forma de conducirse, y la decisión de correr a una persona que ha hecho crecer a la propia iglesia en este lugar.
Al parecer, cualquiera que pueda ser reconocido por su trayectoria y trabajo dentro de esta comunidad católica, es objeto de acoso y difamación de Gilberto Ozuna.
Al presbítero se le señala que le es posible correr a las personas que colaboran con él.
Si bien al parecer la Diócesis de Saltillo reconoce el problema, no busca y no permitirá que se haga público y lo único que se ha señalado es que se hablará con el sacerdote para que modere la manera en que se dirige a la comunidad.
Se reconoce que el presbítero Gilberto Ozuna tiene un modo especial de trato, señalaron fuentes cercanas al vicario general de la Diócesis, Gerardo Escareño.